viernes, 11 de diciembre de 2009
Añoranza Eterna - Mawlana Sheikh Nazim Al-Haqqani
Sheikh Nazim se dirigió a la asamblea evocando el Santo Nombre de Allah: "YA - WADUD")
Para nuestros visitantes, Yo soy una persona extraña con vestimenta extraña, a quien piensan que están viendo por primera vez. Solo saben que esta persona se llama "Sheikh Nazim", hasta ahora no saben más que esto. De la misma forma que yo soy un ser desconocido para ustedes, así ustedes son desconocidos para sí mismos. Ustedes saben de sí mismos solo lo que está escrito en sus documentos: "Día de Nacimiento, Lugar de Nacimiento, Nombre de la Madre, Nombre del padre, Ocupación."
Mientras uno permanezca ignorante de la propia existencia real, ¿cómo uno puede alcanzar conocimiento de nuestro Creador? Por lo tanto, Yo no culpo a la gente por ser ciega a las Realidades Divinas y a la existencia del Creador, ya que son ignorantes de ellos mismos; ¿cómo podría ser diferente? Si se conocieran a sí mismos, ellos aceptarían las Realidades Divinas.
Ya que aún, él ni siquiera sabe si existe o no. El dice: "Hace cien años no era nada, y en cien años más tampoco seré nada; por lo tanto, ¿cómo puedo decir que Yo soy algo?". Pero, a pesar de esta lógica, ahora él siente que es algo, un ser viviente.
El destino del cuerpo físico es la tumba, pero el cuerpo espiritual es un ser celestial, y su vida es la vida real. Este cuerpo es como una jaula y nuestra alma como un pájaro. El pájaro viene del paraíso y entra en la jaula. Allí se mantiene confinado, esperando el momento en que el guardián venga y abra la puerta, diciendo: "Vete; eres libre".
La gente santa está esperando ansiosamente el arribo de ese guardián para poder liberarse de una vez por todas de esa jaula, pero los desatentos no están esperando a nadie; ellos dicen: "¡Esta jaula es grandiosa! Tenemos mucho para comer y para beber, y podemos saltar por todos lados: desde el columpio hasta la percha superior, bajando a la percha inferior y subiendo nuevamente al columpio."
Sin embargo, existen otros que se sienten confinados en este mundo y que están buscando el momento de liberación con añoranza y esperanza. Ellos saben que todo en este mundo es finito y solo provee limitada satisfacción, y algo dentro de ellos grita por un mundo sin límites, un gozo sin fin. El cuerpo físico no puede responder a este grito, no puede ser el vehículo para el logro de esta añoranza. Pero algo dentro nuestro es ilimitado: nuestro ser espiritual puede alcanzar el infinito.
La añoranza eterna es lo que aparta al hombre de las demás criaturas. A otras criaturas no se les ha dado el poder espiritual de la humanidad, sus deseos están confinados a las realidades de sus necesidades corporales, pero el anhelo eterno del hombre viene del espíritu eterno e ilimitado dentro de él, el poder con el cuál su Creador lo ha dotado para que pueda alcanzar conocimiento de El Todopoderoso.
Ahora estamos mirando la grandeza del Creador a través de dos diminutos agujeros - las pupilas del ojo; a través de estas dos diminutas ventanas, nosotros contemplamos temerosos a este Universo. Nuestras almas miran a través de estas diminutas ventanas, como un prisionero contemplando a través de la pequeña ventana enrejada de su prisión. ¿Qué puede ver del mundo desde ese ventajoso puesto? ¡Nada! ahora nuestra visión es como esa, pero puede abrirse, ya que está dentro de nuestras posibilidades el lograr percepción de todo el Universo con una mirada. Si nuestros ojos espirituales están abiertos, ninguna distancia puede estar más allá de su alcance, ninguna montaña bloquea su visión, ni la oscuridad impide su penetración: tal es la visión de los ojos espirituales. Ahora, sin embargo, mientras estamos dentro del alcance de nuestros sentidos, todo es limitado. Solo cuando la jaula se abra y sus almas recuperen su libertad, ustedes podrán saber el significado de lo "ilimitado" y retornar a su tierra natal.
Todos los sufrimientos del hombre vienen de su intento por lograr sus deseos sin fin - que en realidad se originan en su ser espiritual - con un torrente de gratificaciones sensuales que nunca pueden ni acercarse a la realización de esa añoranza eterna. Por lo tanto, en vez de buscar volar de sus jaulas, los hombres están ocupados con las cosas que están dentro de ellas, pensando todo el tiempo que ellos están libres. No, nosotros estamos sujetos a todos los fenómenos que ocurren en este mundo, y liberarnos de esas ataduras es la tarea más difícil y el desafío más grande de nuestras vidas.
Pero es imposible siquiera comenzar a desprendernos de la preocupación de las circunstancias que nos rodean, a menos que uno crea en la vida eterna. Por lo tanto, todos los Profetas enviados a la humanidad han dado buenas nuevas sobre la vida eterna. Si una persona solo cree en lo que sus sentidos pueden percibir, se va a posesionar de todo lo que puede darle placer; aunque ustedes le corten sus manos, él tratará de agarrarlo con sus brazos y llevárselo. Quien niega la vida eterna es esclavo de todo lo que lo rodea, como una persona golpeada inconsciente que nunca volvió en sí.
La añoranza eterna del hombre por su Señor es lo que lo aparta de otras criaturas. Pero hasta que no corte los lazos que lo atan a la tierra, ese anhelo se seguirá manifestando como deseos mundanos incesantes que posiblemente no pueden ser satisfechos, ya que su causa radica en un reino totalmente diferente. Esto es por lo que la gente en este mundo nunca está feliz, no importa cuánto posean. Una persona que busca la paz y el contentamiento del corazón debe luchar duramente, como un cohete se esfuerza hasta que rompe con la fuerza gravitacional de la Tierra. No imaginen que uno puede alcanzar satisfacción sin luchar contra ese campo gravitacional terrestre! Aunque podamos ver algunas personas que parecen ser exitosas, es fácil entender que esa situación es temporaria. La sombra del miedo persigue a esa gente "afortunada", ya que sin duda, el futuro traerá la caída de sus imperios, la pérdida de su felicidad. Este temor hace que todo lo que poseen sea desabrido: mata y destruye, y no hay cura.
Hoy él puede ser un rey y ella puede ser una reina, pero ¿quién puede prometer algo para mañana excepto el gradual ataque de la decrepitud y la muerte? Quien niega la realidad eterna vive en miseria; la gente celebra sus cumpleaños, pero ¿qué tienen para celebrar? Otro año ha pasado precipitadamente como el agua bajo un puente, y ningún dique puede contener el flujo de esa corriente. No, ellos solo celebran la pérdida de otra pieza de un tesoro que disminuye. Cada pelo blanco que aparece en el espejo es como un puñal atravesando sus corazones. Sin embargo, todos los días miro si todavía queda algún pelo negro en mi barba. Yo deseo que todos se conviertan en blancos. ¿Por qué? Porque es un signo de que me estoy aproximando a la vida eterna; y me he estado preparando para ese salto desde este mundo al siguiente.
Todos los creyentes desean el regreso al hogar con gran añoranza y anticipación, al igual que nuestro hermano aquí, que ha estado lejos de su hogar por dos meses y todos los días está deseando alcanzar su hogar. Todos los días él me mira, esperando apurarme - pero yo todavía estoy sentado. Al igual que cada día él siente mas y mas anhelo de alcanzar su hogar y su amada, así mi alma, con el paso del tiempo, tiene nuevo deseo de saltar a esa vida eterna. A medida que se acerca, Yo siento dentro mío tal placer que no lo puedo describir, ya que ese día será para mí un Elevado Día Sagrado. Estoy listo y esperando ansiosamente para esa transferencia, escuchando a ese llamado con atención. Pero quien no está en ese nivel, quien no cree en nada salvo en esta vida, cada día presiona sobre él como una pesada carga.
¿Han escuchado sobre Mawlana Jalaluddin Rumi, el Maestro mundialmente famoso de la orden de los "derviches giradores", los Mevlevis? El hizo un testamento instruyendo a la gente para que no lloren ni se lamenten en el momento que él dejase esta vida. El dijo que esa noche sería su "noche de bodas", y que su gozo en ese evento sería mayor que aquel del novio dirigiéndose al dormitorio nupcial para estar solo con su novia. Por lo tanto, de acuerdo a sus deseos ellos realizaron una procesión nupcial en su funeral: con tamborines y flautas, él fue llevado a la tumba.
Ahora, todos nosotros, somos como peces que han sido agarrados y arrastrados fuera del mar. Miren a los peces que saltan: ustedes pueden pensar que están bailando, pero no, están muriendo lentamente. Si esos peces fuesen devueltos al océano a tiempo, ellos estarían contentos, no ahora. Yo estoy esperando por ese día de descanso de las dificultades de esta vida, el día de la inmersión en los Océanos de Misericordia sin fin, Océanos de Belleza, Océanos de Favores, Océanos de Conocimiento en la Divina Presencia. Esa es mi esperanza, al logro de lo que cada día me pone un paso más cerca, por eso yo estoy con más gozo con cada día que pasa, yo les aconsejo, como mis hijos e hijas, como estar felices durante esta vida y a lo largo de la eternidad.
''Wa min Allah at-Taufiq''
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